La Universidad ha recortado en tres años un 30% de sus gastos corrientes

A un ritmo de casi tres millones de reducción por año, desde la UC aseguran que no se pueden hacer más ajustes sin dañar la calidad de la institución 

21.11.12. El Diario Montañés

La Universidad de Cantabria (UC) ya no sabe de dónde recortar para adaptarse a las nuevas condiciones económicas que le ha impuesto su principal financiador, el Gobierno de Cantabria. El primer ajuste del Contrato Programa -el acuerdo que contiene el compromiso del Ejecutivo con el pago de las nóminas de la UC- se produjo en el año 2010, y, ese mismo año, la Universidad empezó a recortar gastos en servicios, centros y departamentos. Así, en los tres últimos ejercicios, la Universidad ha ahorrado un 30% en gastos corrientes. Al mismo tiempo, los gastos de personal, con una plantilla compuesta en su mayoría por funcionarios y contratados fijos, sólo se han reducido un 2,1% en ese mismo período.

El problema es que cada tijera va a su ritmo: los recortes impuestos por la UC a la comunidad universitaria ascienden a 8,6 millones, mientras que el Contrato Programa del Gobierno regional ya ha bajado 10 millones.

Ante esta situación de desequilibrio quedan dos opciones: seguir recortando gastos en la Universidad o aumentar los ingresos que recibe la institución del Ejecutivo cántabro. El problema es que la cuerda se ha tensado tanto que ya no da más de sí. Desde la UC aseguran que no hay margen para nuevos recortes sin perder la calidad mínima; y el Gobierno regional ya ha dicho que no aumentará la asignación recogida en los presupuestos para 2013.

Ambas instituciones se sientan hoy a negociar para localizar el punto de encuentro que evite que la cuerda se rompa. Porque la Universidad, que ha recibido este año 61 millones del Gobierno -aunque el compromiso era llegar a 66-, ha tenido que recurrir a los bancos por primera vez en su historia para cuadrar las cuentas. Y todo apunta a que el año que viene, sin margen para recortes y con dos millones menos del Gobierno regional -recibirán 59 millones aunque pidieron un mínimo de 66-, tendrá que seguir endeudándose para evitar los números rojos.

El coste de la plantilla de la UC está condicionado por los sueldos que establece el Estado para los trabajadores públicos. Aun así, la Universidad ha tomado medidas para reducir sus gastos de personal. Ha eliminado el pago de las horas extraordinarias, ha dejado de contratar personal temporal, ha suprimido cargos unipersonales y, próximamente, presentará una normativa para disminuir el número de vicedecanos y subdirectores. También ha adelgazado la plantilla de profesores asociados.

A pesar de todo, el corsé de las nóminas es tan rígido que sólo ha conseguido recortar un 2,1% el gasto de personal, de modo que la plantilla tampoco ofrece margen para reducir el presupuesto al mismo ritmo que baja el Contrato Programa.

El 'chasco' de las tasas

En el lado de los ingresos, las perspectivas tampoco son favorables. Un ejemplo. La UC calculaba recaudar este año 8,9 millones por el pago de las matrículas de los estudiantes -una previsión optimista que contemplaba un crecimiento del 7% respecto a 2011-. Cuando el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, permitió a los Gobiernos regionales aumentar el precio de las tasas de matrícula, la solución para compensar en parte los recortes parecía al alcance de la mano.

Universidad y Gobierno regional acordaron subir el precio de la primera matrícula el mínimo permitido e ir subiendo en las asignaturas repetidas. La UC calculaba recaudar otros 800.000 euros, pero las previsiones se han desplomado. A falta de conocer los resultados definitivos, el número de alumnos ha bajado un 4% -aunque ha subido entre los de nuevo ingreso- y el número de créditos matriculados ha descendido un 11%.

En definitiva, si no se alcanza un acuerdo, la Universidad tendrá que pedir otro crédito en 2013 y empezar a organizar su presupuesto con un nuevo peso en la balanza de gasto: el coste financiero, que hasta este año era nulo.