jueves, 15 de noviembre de 2012


Miles de aragoneses salen a la calla pidiendo soluciones ante la crisis


Los secretarios generales de CCOO y de UGT, Julián Buey y Julián Lóriz, han encabezado la marcha. Ambos han ensalzado el seguimiento "masivo" del paro general, que siguen cifrando entre el 70% y el 80% en la gran empresa industrial y del transporte así como en los servicios públicos, eso sí, todavía ha sido insuficiente en los servicios. Tanto uno como otro han instado al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, y a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, a que escuchen "el mayor rechazo" de los ciudadanos, porque, ha dicho Lóriz, "no hay Gobierno que pueda gobernar de manera legítima sin atender a las razones de los ciudadanos, que les están diciendo que por este camino no puede continuarse". Además, ha continuado, "las políticas que hacen no resuelven los problemas de los ciudadanos" y ha añadido que el mensaje a transmitir con la huelga es que "no vamos a permanecer sumisos y sometidos a políticas que conducen al fracaso.
Por su parte, el líder de CCOO ha señalado que el futuro del Gobierno "no es muy halagüeño" con "el cabreo supino ante sus medidas". Para éste, hoy la ciudadanía ha dicho "ya está bien de cargar sobre los pobres para llevar los recursos a los buitres depredadores del sistema financiero". De este modo, si el Ejecutivo hace caso omiso a las protestas, se comenzará una recogida de firmas para forzar la celebración de un referédum "para que si están tan seguros de que el pueblo les respalda, que les pregunten". Y es que para Buey "la lucha va a ser larga".

                                  "Nos dejan sin futuro" ha sido el lema de la manifestación.

El lema "Nos dejan sin futuro" ha presidido la manifestación, también escrito en inglés y alemán "para que lo entiendan los mercados y Merkel". Además se ha hecho una llamada a buscar a los culpables de la crisis. Las críticas de los participantes se centraban en que los recortes no son la solución, ya que consideran que han traído más paro, más empobrecimiento y menos protección social. El abaratamiento del despido con la reforma laboral; el fomento de las privatizaciones de los servicios públicos del transporte, la sanidad, la educación y las comunicaciones; la minusvaloración de la negociación colectiva; el empeoramiento de la situación de los asalariados con incrementos de jornadas y reducciones de días libres a los empleados públicos; la reducción de las prestaciones por desempleo, el repago farmacéutico, la paralización de la Ley de la Dependencia o el deterioro de la enseñanza pública, han sido algunas de las razones expuestas por los manifestantes para protestar.

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